sábado, 31 de octubre de 2009

SULCA AGAIN


















El horror, el horror...

Como una criatura de Lovecraft atravesando el légamo, deslizando los tentáculos de la locura sobre mi sien, tengo ante mis ojos un nuevo video de Wendy Sulca.

¡Oh, incautos lectores que aún no conocéis las profundidades del terror musical! Os presento a la niña étnica más procaz y precoz de la historia de Perú. Han pasado años desde la perpetración de estos vídeos, así que pido un mínimo respeto por la cantante, que debe arrastrarse a estas alturas por algún callejón de Lima con una jeringuilla colgando del brazo.

Y es que no podía acabar de otra manera. Desde bien pequeña, fue patente su adicción al sexo y al alcohol, debido a la prematura muerte de su papito. Aquí os dejo una pequeña muestra de su producción.

PAPITO



Uno de los videoclips más estremecedores de la historia de la música. No sólo por el natural tono de voz de nuestra Wendy sin Peter Pan, sino por la inserción de escenas reales del entierro de su padre, Franklyn Delano Sulca. Un monumento a la falta de respeto por los que descansan en paz.

LA TETITA



Olvidada la tristeza por el óbito paterno, Wendy se lanza al descubrimiento de su cuerpo. Al inicio del video, unos muñecos realizan movimientos sincopados, en clara alusión al furor pélvico que va a desatarse en el cuerpo ya casi adolescente (qué más da que tenga nueve años) de la pequeña cantante.

A destacar la simpar aportación de sus acompañantes. Por un lado, el hijo bastardo del enano de la Orquesta Mondragón se dedica a realizar una serie de danzas rituales de apareamiento, con los atuendos de un pequeño oficinista. Por el otro, la orquesta boca buzón, hasta las orejas de coca, con su perenne sonrisa.

No se dejen engañar por el aparente simbolismo de los lechones que están siendo amamantados. La función de la tetita no es nutritiva.


CERVEZA, CERVEZA



Ahíta de sexo y muerte, Wendy no puede alcanzar la iluminación mística sin la ayuda de sustancias alcohólicas. Su joven y agraciado cuerpo es castigado por la ingesta de alcohol, un hecho que acabará con su carrera, como la de tantas jóvenes estrellas echadas a perder. Internada en una clínica de desinntoxicación, lanza un grito desesperado: quiere tomar cerveza porque su amorcito ya no está junto a ella. De hecho, el pequeño ejecutivo de La tetita, ya no aparece.


RAMMSTEIN



Y éste es el video que ha hecho que vuelva a sumergirme en la locura. Harta de ser ignorada por los suyos, Wendy Sulca se dedica actualmente a hacer versiones de grupos alemanes. Su voz cascada es una advertencia para todos aquellos que pretendan ser estrellas del folk andino. Wendy Sulca surca los mares de la sinrazón.

Otra versión, esta vez de System of a Down:




NO HE ESTADO EN THAILANDIA

Reconocer, a mis treinta y seis años, que nunca he salido de España, ha provocado indefectiblemente entre mis amistades un estado de estupefacción tal, que a duras penas logro entender cómo soportan mi presencia y no me condenan al exilio.

En este planeta encogido por los isillets, los continentes vuelven a ser una Pangea con charquitos de por medio. Y uno ha de soportar, en todo restaurante hindú que se precie, las conversaciones de las mesas colindantes sobre lo maravilloso que es que a uno le hagan un masaje de pies en Bali.

Obstinado en mi cerrilidad, no dejo de lucir boina, no con afán programático, sino como constatación de una realidad que no me avergüenza. Me pierdo la modernidad cosmopolita de Londres, la magnificencia histórica de Roma y, sobre todo, la oportunidad de colgar cientos de fotos en la red social de turno. Jotapegés en los que mi nariz sustente la torre de Pisa, me vea escoltado por dos japonesas con sus deditos en uve enhiestos, o en los que mi rostro acuñe los más bellos paisajes del mundo, justo en la esquina inferior izquierda de la imagen.

No me interesan las piedras. Me interesa el cambio. Y por ahora, me basta con ir a a comer tandori chicken.

viernes, 30 de octubre de 2009

ASSAIG DE CÀSTIG EN EL TEMPLE

Traducción para mis entrañables madrileñienses más abajo. Poema que figurará en la exposición del aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos del Club d'Amics de la Unesco d'Alcoi. La cita de Ovidio no la traduzco, porque todos sabéis latín.


En ego, cum caream patria uobisque domoque,
raptaque sint, adimi quæ potuere mihi,
ingenio tamen ipse meo comitorque fruorque:
Cæsar in hoc potuit iuris habere nihil.

(Ovidi , Trist. III 7, 45-48)

Vet aquí que jo, encara que em vegi privat de la pàtria, de vosaltres i de la llar, i que m’hagi estat arravatat tot allò que em pogueren prendre, tinc, tanmateix, el meu art, que em dóna goig i em fa companyia; el cèsar no hi pogué tenir cap dret



ASSAIG DE CÀSTIG EN EL TEMPLE

L’absurda disciplina del tiralínies
traça geometries impossibles
sobre la closca tatuada de les tortugues.

Cap frontera marcarà el contorn de la pàtria,
però l’exili esborra els camins cargolats
sobre els mapes enreixats de l’oblit.

L’esmolat full d’una llei injusta
recorre com un núvol l’iris passiu
de la cegada indolència.

Les ales mortes d’un àngel de marbre
que no volen, ni voldran volar,
assenyalen el cos mort de l’horitzó.

Sobre els muscles de la supèrbia,
els arbres esdevenen tanques fèrries,
les pedres mosseguen els peus nus
per l’irresolt laberint de l’esperança.


Robert Llopis, Juliol 2009

ENSAYO DE CASTIGO EN EL TEMPLO *

La absurda disciplina del tiralíneas
traza geometrías imposibles
sobre el caparazón tatuado de las tortugas.

Ninguna frontera marcará el contorno de la patria,
pero el exilio borra los caminos enroscados
sobre los mapas enrejados del olvido.

La afilada hoja de una ley injusta
recorre como una nube el iris pasivo
de la cegada indolencia.

Las alas muertas de un ángel de mármol,
que no vuelan*, ni querrán volar,
señalan el cuerpo muerto del horizonte.

Sobre los hombros de la soberbia,
los árboles se convierten en vallas férreas,
las piedras muerden los pies descalzos
por el irresuelto laberinto de la esperanza.

* "Assaig de càntic en el temple" es un conocido poema de Salvador Espriu, musicado por Ovidi Montllor. El juego entre "càstig" i "càntic" se pierde.

** ”volen” puede significar “vuelan” o “quieren”, el juego de palabras se pierde irremediablemente en la traducción.

BOLITAS

— La última vez que lloré en el cine fue con Más allá de los olivos, de Kiarostami. Aquella historia de amor entre la devastación causada por un terremoto, que no hacía sino presagiar una tragedia mucho mayor, me llegó al alma. Por no hablar del punto de vista, ese doble juego de perspectivas, el cine dentro del cine, como aquellas muñecas rusas…

Matrioska. — dice ella, mientras se ajusta el escote de forma provocativa.

Es la primera vez que Laura interviene en el monólogo de Javier. Satisfecha por poder haber metido baza, se adjudica un quesito en el particular juego de deslumbramiento mutuo que han iniciado nada más ser presentados en la fiesta de cumpleaños de una desconocida para ambos.

— Exacto. — y trata de disimular la perpendicularidad de su trayectoria visual con la semirrecta formada por el canalillo de su interlocutora. — Porque aunque uno ya ha vivido lo suyo con las mujeres, hay historias que de algún modo le encabalgan hacia el pasado, que le enseñan lecciones que no acabó de entender en su momento.

Encabalgan hacia el pasado… Tremendo. Ella analiza sus palabras, tratando de desgranar los conceptos que se esconden tras ellas y ordenarlos sobre la retícula 2x2 de su cerebro. Dicha estructura está constituida por dos niveles superiores (inteligencia y dinero) y dos inferiores (percha y ropero ). Durante el cuarto de hora que llevan hablando, Laura tiene claro que Javier es una persona suficientemente inteligente, con poco dinero, un cuerpo discreto, y con el gusto para vestir enmascarado en un estilo monocromático. Pantalones negros raídos, jersey de cuello alto lleno de bolitas en la zona levemente abultada del vientre, y una conversación llena de balas de fogueo intelectuales, pero resultona para cualquier incauta.

Laura, que no ha visto la película del director iraní, porque en su momento salió del cine sin llegar siquiera a la mitad del metraje con la firme convicción de que era una enorme patata, se calla. También, gracias a una habilidad social adquirida, reprime un gesto reflejo de su ceja izquierda, que al enarcarse hubiera delatado el escepticismo que le provoca la supuesta extensión del currículum sentimental del hombre que acaba de mirarle las tetas de forma tan timorata.

Pero esa noche ha salido a ligar. Por eso no le corrige el título de la película, ni trata de ponerle en evidencia con su habitual sarcasmo, tan denostado por sus amigas más íntimas. Por eso se reprime y no le arranca ninguna de las bolitas del jersey, sino que busca algo más que beber. Porque esa noche quiere probar otras armas, y se ha puesto a regañadientes el vestido ajustado que le ha prestado Carol. Y porque le divierte hacerse la tonta. Y porque en aquella fiesta todo el pescado parece ya vendido, y a veces una ha de conformarse con una sopa de morralla.

Se promete a si misma no ganar ningún otro quesito, y busca por entre las mesas la botella de Stolichnaya que ha comprado en el chino bajo mano. Apenas quedan dos dedos. Lo habitual entre tantas botellas de cerveza. Se carga el vodka con limón todo lo que su estómago es capaz de soportar y regresa junto al cinéfilo, que le dedica una sonrisa beoda.

— Debo estar aburriéndote con tanta cháchara, pero es que me dejo llevar cuando hablo de cine. ¿Sabes? Estoy escribiendo un guión.

— Para nada, me resulta de lo más interesante, Javier.

Le llama por su nombre, con la casi total seguridad de que él no se ha quedado con el suyo. Javi, Javivi, Javito, con el as en la manga de su preciado guioncito. Laura se pregunta a cuántas habrá tratado de deslumbrar luciendo la consabida aureola del escritor. Y ella, que ha sido jefa de guionistas de dos de las series con más éxito de los últimos años, se calla. Porque hoy ha salido a ligar, porque los hombres como aquél se asustan si una mujer demuestra estar por encima de ellos. Y le deja hablar de su proyecto, de las dificultades que supone hacerse un hueco en el mundillo sin los contactos adecuados, de la eterna incomprensión del artista. Y cuando se acaba el vodka, finge un bostezo y pide que la lleve a su casa, de la forma más directa y descarada, mientras reprime la risa por la cara de tonto que se le queda. Y a la mañana siguiente, cuando despierta, le deja roncando en la cama, no le despierta, coge el jersey negro que ha dejado la noche anterior colgado en el respaldo de una silla, y se lo lleva a su casa para arrancarle las bolitas a gusto.

Robert Llopis Zurita, Octubre 2009

Vicios

Empiezo a sumergirme en el mundo de los blogs, tarde, de forma torpe, inducido por los camaradas de la tripulación del Bremen. Empecé a fumar hace tres años, y justo ahora que decido dejar de hacerlo, adopto un nuevo vicio que no sé en qué acabará.

No hay declaración de principios, ni intenciones esparcidas sobre un atril: uno espera crear vínculos, sinapsis exógenas, comparaciones de cola (de pavo), y esperar la muerte de forma más o menos entretenida.

De todas formas, una vaga idea ronda por mi cabeza: habrá textos, contextos, pretextos... pero sobre todo, un desguace del exiliado. Así como el doctor Joel Fleischman, protagonista de Doctor en Alaska, se fue integrando en la bendita locura cotidiana de Cicelly, trataré de mostrar mi realidad a través de un huevo de cristal, un cojón de sastre.

Esto no es un blog

Renuncio a mis principios, para empezar por el final.