viernes, 4 de diciembre de 2009

Círculos



Y tal vez
bajo la aparente convergencia
de pasos propios y ajenos,
bajo el mordisco de las grapas
en el  libro en blanco en el que espero,
descubramos la precisa encrucijada:
allá donde los vientos se abrazan
con la fluida curvatura de los indicios,
sobre la forja de mi quiebra,
y hay señales que se crean o se anhelan,
pataleando sin remedio
en el ámbar de tu mirada.


23-04-2007

5 comentarios:

  1. ¡Ay! (suspirillo)

    Qué blandita estoy...

    Sólo digo que no se puede luchar contra el destino, ni para bien ni para mal.

    bss

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  2. Mejor dejarse llevarse, etdn, sin gasto excesivo para lanzar un brazo reposado a agarrarse donde se pueda.

    Querido alce: las geometrías de tus poemas (a lo mejor es casualidad porque he leído casi nada) dejan espacio, sin aspavientos, a lo sentido.

    (porque de la foto de cartela, tú eres el alce grandote, ¿no?)

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  3. ¡De eso no cabe duda! En ese cruce de miradas entre el doctor y el alce, acaba imponiéndose el animal. Estoy en proceso de alcificación.

    La verdad es que mi poesía antes era mucho más retorcida y con fuegos de artificio. Es casi un lugar común entr los poetas: uno se va depurando para optimizar los cartuchos, hasta que acaba liándose a puñetazos.

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  4. ¡Qué gran definición de la sustanciación de la poesía!

    Para los viejos de puños quebradizos, ¿valen los escupitajos?

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