domingo, 15 de noviembre de 2009

¿SALESA?





Una invasión sutil esparciéndose ¿salesa? por las calles de Madrid, cortos pasos, un sólo propósito, habilmente diseminados, con una estrategia impecable calculada por el mismo cerebro capaz de desentrañar los entresijos de las tragaperras, un ejército de zombies ¿salesa? chinos armados con bolsas de plástico cargadas de latas de ¿salesa? con la calculada amabilidad del oriental, con esa mirada persuasiva clavándose en mi retina ¿salesa? alcoholizada, hurgando en mis débiles defensas, en el fondo de mi bolsillo, justo allí entre un paquete de kleenex y una pelusa, donde aún queda un euro, y  ¿salesa? me digo que no pasa nada, y caigo en la tentación de refrescar el gaznate, de llevar a mis labios la fría superficie de la lata almacenada entre latas loedolas, y cuando uno ve salir el sol en una hamburguesería repleta de lo mejorcito de cada casa, mira con los ojos achinados el tercio de Mahou que se está bebiendo, y uno juraría que la etiqueta ha cambiado, que puede leerse Mao.

No hay comentarios:

Publicar un comentario